jueves, 23 de abril de 2015

ANOTACIONES sobre la ejecución del poeta



Hoy leo en los periódicos:



"Documentos del franquismo prueban la implicación del régimen en el asesinato de García Lorca"

Y una estampa terrible se abre paso en mi cabeza: en ella reconozco muchos de mis miedos de adolescencia y juventud cuando empecé a entrever el horror que mis padres callaban y solamente se proyectaba en los silencios de piedra ante cualquier palabra que tocase levemente el círculo de acero con que habían aislado sus terribles recuerdos de la guerra.

Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?



"Lorca fue asesinado tras 'haber confesado', según la policía franquista". 

Oigo un alarido de horror que sale de miles de gargantas que confesaban estar viendo el infierno y siguieron confesando, en todos los tonos que el horror admite, todas las culpas que caben en los retorcidos circuitos encerrados en algunos cráneos con pistola al cinto. 

En la luna negra,
¡un grito! y el cuerno
largo de la hoguera.
 


"Documentos policiales prueban el asesinato de Lorca por homosexual". 

Siento tactos fríos, viscosos, como el cañón de una pistola con restos de grasa o sangre, jugando entre los pliegues de cuerpos petrificados por el asombro, juguetitos siniestros en manos de monstruos que acariciarán después públicamente los rostros de los niños. 

Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!